Química Participativa

¿Por qué aplicar procedimientos de ergonomía participativa en el sector químico?

Las propuestas metodológicas sobre ergonomía participativa permiten estructurar ordenadamente las intervenciones para lograr que sean operativas y los resultados obtenidos adecuados a los objetivos que se plantean.

Todas las metodologías de ergonomía participativa existentes tienen un objetivo común: buscar soluciones prácticas a los problemas contando con los actores necesarios en cada caso. Por ello, todas ellas responden a unos fundamentos comunes:

  • Operatividad.
  • Movilización de conocimientos y experiencias que ya existen en la empresa para intentar racionalizar el uso de recursos externos.
  • Promoción de un marco de colaboración entre la dirección de la empresa y los trabajadores.

Para conseguir este objetivo, las metodologías participativas fundamentan en el uso de una herramienta o recurso clave “los grupos de trabajo”, los cuales constituyen un espacio de trabajo conjunto entre la dirección de la empresa y los trabajadores. Este grupo es el auténtico motor del proceso participativo. En la experiencia internacional los grupos de trabajo, están constituidos por una gran variedad de actores en función de contexto de la intervención, aunque como regla general suele haber trabajadores y supervisores del ámbito donde se centra la acción, representantes legales de los trabajadores, así como el apoyo de un especialista en ergonomía que adquiere el rol de dinamizador y de apoyo técnico al grupo cuando es necesario.

Todas las metodologías participativas precisan de una serie de factores previos y comunes para asegurar el éxito de dicha intervención:

  • Cultura preventiva favorable y compromiso de la dirección de la empresa.
  • Apoyo de todos los agentes implicados de la empresa.
  • Constitución de un “grupo de trabajo”.
  • Transparencia en la comunicación.

Partiendo de la existencia de los factores adecuados para el éxito, los procedimientos de ergonomía participativa tienen aspectos metodológicos comunes:

  • Formación previa en temas ergonómicos de todos los participantes en el proceso.
  • Identificación de los factores de riesgo ergonómicos a través del grupo de trabajo mediante el uso de herramientas como: entrevistas, cuestionarios y observaciones del puesto de trabajo.
  • Identificación de las causas de los problemas identificados.
  • Propuesta de soluciones mediante la integración del conocimiento de todas las partes implicadas y realizando propuestas de mejora en un marco colaborativo.
  • Seguimiento de las medidas preventivas y valoración final.

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En cuanto a los resultados de los procedimientos participativos, suelen medirse tanto en términos de salud (disminución de daños y recaídas por lesiones musculoesqueléticas), como de resultados económicos (mejora en la productividad, relaciones laborales, calidad del producto o servicio, etc).

Identificamos dos motivos principales por los que es importante aplicar procedimientos de ergonomía participativa en el sector químico, que suponen un cambio y avance a nivel preventivo:

1º. La exposición a factores de riesgo ergonómicos en los puestos de trabajo del sector.

La industria química tiene diferentes riesgos asociados con la manipulación, por ejemplo, de materias primas, compuestos intermedios y productos acabados que son parte del proceso productivo inherente a estas industrias.

Diversos estudios señalan la existencia de riesgos ergonómicos en las diferentes operaciones que se realizan en las empresas del sector químico. Algunos datos destacados son los siguientes:

  • Los sobreesfuerzos físicos sobre el sistema musculoesquelético suponen la mayor fuente de siniestralidad en la industria química. El 26% de los accidentes registrados en 2011 tiene como causa las exigencias físicas del trabajo.
  • La VII Encuesta Nacional de condiciones de trabajo (INSHT, datos de 2011), destaca los siguientes aspectos (referidos a la rama de actividad química, saneamiento y extractiva):
    • El poco espacio de trabajo (14%) y los alcances alejados del cuerpo (7,8%).
    • Iluminación insuficiente o inadecuada (14,4%).
    • El alto índice de posiciones de pie (estáticas) y también caminando.
    • Exigencias físicas: movimientos repetitivos (58,4%), adopción de posturas dolorosas o fatigantes (33,7%) y estar de pie sin andar (32,5%).
  • Las molestias percibidas por los trabajadores se localizan principalmente en la espalda lumbar, las piernas-pies y la espalda dorsal. En un estudio realizado en 2011 en la industria química (Ferreras et al., 2011) se destacó que un 50% de los trabajadores reportaba molestias físicas (especialmente en espalda, cuello y brazos) de manera frecuente, también destacaba la exposición frecuente a los siguientes factores:
    • Postura de pie prolongada (59,5%).
    • Movimientos repetitivos (58,7%).
    • Manipulación manual de cargas mayores de 3 kg (47,6%).
    • Posturas forzadas de espalda (44,1%).

Teniendo en cuenta lo anterior, los riesgos ergonómicos más destacados en la industria química son:

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2º. Los datos de siniestralidad laboral derivados de trastornos musculoesqueléticos (TME) en el sector.

Según el “Informe de siniestralidad laboral” elaborado por FEIQUE respecto al año 2012, el 58 % de los accidentes que tuvieron lugar en la Industria Química ocurrieron en la zona de producción. Según el tipo de trabajo, un 40% de ellos tuvieron lugar a raíz de la ejecución de tareas de producción, transformación, tratamiento y almacenamiento.

La Industria química alcanza un índice de incidencia de accidentes de trabajo en jornada de trabajo (ATJT) por sobresfuerzos en 2011 de 1.341’2, situándose dentro de las 40 actividades con mayor incidencia, de un total de 87 actividades económicas clasificadas. Las zonas corporales más afectadas en el sector químico por los sobreesfuerzos son la espalda, las piernas y los hombros y los brazos, por orden de importancia.

Si bien los índices de siniestralidad en el sector marcan una tendencia de mejora, mostrando que la actuación que se está llevando en el sector da resultados positivos, no es menos cierto que sigue existiendo la necesidad de seguir trabajando en este sentido. Por todas estas razones, se precisa de instrumentos preventivos que permitan y faciliten a las empresas, trabajadores y sus representantes legales, seguir mejorando las condiciones ergonómicas de los puestos de trabajo del sector químico. Estos instrumentos preventivos deben incorporar la participación de los distintos actores en la empresa para la solución de los problemas, integrando de este modo la actividad preventiva y creando cultura participativa en la empresa.

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¿Qué es la ergonomía participativa?
Ejemplos de procedimientos de ergonomía participativa
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