Objetivos y Metodología. 

El eje del proyecto ha consistido en estudiar la posibilidad de integrar en puestos representativos de dicho sector a personas con diferentes tipos de discapacidad, señalando los trabajos que podrían desarrollarse con adaptaciones razonables de diversa índole y aquellos que requerirían un esfuerzo mayor.

El estudio de cada uno de los puestos-tipo de trabajo, combinado con una exhaustiva revisión documental, ha permitido elaborar una serie de metodologías y recomendaciones para adaptar los diferentes puestos de trabajo según la discapacidad de cada trabajador.

La integración laboral de las personas con discapacidad en las industrias químicas es posible por el amplio campo de actuación en diferentes zonas de trabajo de estas empresas (zonas de producción, almacenaje, laboratorios y zonas administrativas o de gestión). Para cada una de estas zonas existen unos puestos-tipo de trabajo, como pueden ser los operarios y auxiliares de producción, laboratorio, administración o comercial, entre otros. Cada puesto tiene unas características fijas y otras flexibles. La adecuada adaptación y distribución de los aspectos flexibles de estos puestos de trabajo es la que posibilita la inserción de las personas con discapacidad en ellos. En todo este proceso es muy importante contar con herramientas de selección y evaluación que permitan optimizar las combinaciones tarea-persona.

La inserción laboral de las personas con capacidades diferentes.

Las personas con discapacidad siempre han tenido numerosos problemas para acceder al mercado laboral. Esta situación no es diferente en el sector de la industria química, en la que los índices de contratación son bajos y la mayoría de trabajadores con discapacidad suelen ser personal de la propia empresa recolocados tras una lesión ocupacional.

Sin embargo, las personas con discapacidad vienen demostrando que están preparadas para trabajar. Cada vez mejor formadas y con una motivación muy alta, el refuerzo que necesitan es que las empresas rompan las barreras y estereotipos y confíen en sus capacidades.

Contratar a una persona con discapacidad en una industria química no debe hacerse solamente por cumplir la ley. El trabajador ha de ser útil y valioso para la empresa. Por ello, los procesos de selección y adaptación son muy importantes,

Si se flexibilizan las demandas de los puestos de trabajo y se realiza un correcto proceso de selección existe una amplia oferta de puestos de trabajo para las personas con discapacidad. Las condiciones de las industrias en cuanto a accesibilidad y prevención de riesgos laborales son otros de los aspectos en los que más se debe incidir.

Además del valor productivo, humano y social que tiene contratar a una persona con discapacidad, existen incentivos económicos que tienen aquellas empresas que contratan a personas con discapacidad: reducción de las cuotas a la Seguridad Social, deducciones, subvenciones para la adaptación de puestos, etc.

Las experiencias de empresas que han incluido en su plantilla a personas con discapacidad se pueden calificar como altamente positivas. Por un lado, para el resto de trabajadores supone un cambio de mentalidad y de forma de actuar y por otro, para los trabajadores con discapacidad, es una prueba de superación, de ponerse en el lugar de cualquier otro trabajador y de no ver su vida aferrada a una discapacidad.

Evaluación y selección. 

Un aspecto fundamental a destacar es el desarrollo de un adecuado proceso de selección de personal, que incluya una buena definición de los puestos de trabajo y que contraste esa información con las características de los candidatos con discapacidad.

Asimismo, antes de realizar cualquier modificación en un puesto de trabajo, hay que estudiar y valorar este puesto. Por ello hay que llevar a cabo un proceso de evaluación.

Las fases, tanto de un proceso de selección como de evaluación serían las siguientes:

• Analizar el puesto de trabajo y las características de la persona.
• Detectar los problemas resultantes de la comparación anterior.
• Tomar una decisión sobre el caso.
• Si el caso es adaptable, realizar una propuesta de adaptación del puesto.
• Proceder a la adaptación del puesto.
• Revisión periódica de la evaluación.

Recomendaciones.

Existen diferentes recomendaciones para que los puestos de trabajo tengan las mejores condiciones posibles. Se puede adaptar un puesto de trabajo, únicamente desde una mirada ergonómica sin diferenciar si la persona tiene o no discapacidad. Es decir, ajustando el entorno, el equipo y el proceso a las características de la persona.

Centrándonos en la adaptación del puesto de trabajo según el tipo de discapacidad, habría que estudiar qué cambios son necesarios diferenciando las limitaciones que puede tener cada persona.

Otro aspecto a considerar en cuanto a las recomendaciones es la accesibilidad, es decir la posibilidad de que una persona pueda acceder a su puesto de trabajo, para ello, la solución es la eliminación de barreras arquitectónicas y el diseño de centros de trabajo accesibles.

Por último, según el puesto de trabajo se deben aplicar unas recomendaciones características a cada uno de los diferentes puestos-tipo.

Conclusiones.

A modo de conclusión podríamos decir que la industria química tiene los medios para que las personas con discapacidad entren a formar parte del personal trabajador de estas empresas. Pero aún así, el número de personas trabajadoras en este sector no es suficiente, por ello con este trabajo se pretende dar a conocer prácticas y recomendaciones para que el número de personas discapacitadas trabajadores de empresas químicas vaya en aumento.